Nos dejamos hace unos días con la experiencia vivida por Idromeccanica Lucchini en Finlandia, donde la empresa ha instalado un invernadero particularmente complejo para el cultivo de fresas fuera-suelo. Después de resolver los problemas relacionados con la gestión de la luz, mediante el uso de selectas películas plásticas y un sistema cubre/descubre indispensable también para la conservación de las telas durante el invierno, analizaremos hoy la particular arquitectura del invernadero. Las condiciones climáticas de Finlandia han hecho necesaria una intervención de fuerte personalización de la planta para esta particular necesidad, incluso con la utilización de materiales extraordinarios.
Solución “a medida”
También en este caso, Idromeccanica Lucchini ha construido un invernadero sobre las necesidades específicas del cliente. En efecto, el sistema de apertura del techo ha necesitado un acabado y unas medidas especiales y ha sido necesario intervenir también en los sistemas perimetrales de ventanilla y de apertura del invernadero.
Finlandia es, de hecho, un país con un clima inaccesible (viento y nieve) por lo que los acabados de las ventanas han sido realizados en el estado de la técnica, incluso con materiales complejos como policarbonato y aluminio, para no tener movimientos de aire demasiado directos o violentos sobre la planta. También las aberturas de los accesos son importantes: las máquinas deben poder entrar en invernadero en todo momento pero, al mismo tiempo, hay que garantizar que la planta no se vea afectada por una masa de aire y frío que pueda afectar a su crecimiento. Las aberturas han sido realizadas con control automático y motorizado y con un sistema de vestibulos, para poderlas utilizar ya sea como entrada logística que para el control del clima que sucede, por lo tanto, enteramente con ventilación natural.
Un proyecto de la A a la Z
El proyecto relativo al cultivo de fresas en Finlandia fue seguido por Idromeccanica Lucchini de la A a la Z. En primer lugar se produjo la fase de proyecto en función de las exigencias del cliente y de la situación climática particular, luego la construcción real de los invernaderos suministrados e instalados en tiempo récord. En sólo seis meses, a pesar de las fuertes limitaciones debidas al período covid, se ha cubierto una zona de cultivo de dos hectáreas y media. La obra fue organizada y administrada dando gran prueba de capacidades logísticas, logrando hasta trabajar en invierno. Los técnicos y especialistas de Idromeccanica Lucchini han estado siempre al lado del cliente tanto físicamente como, cuando por razones obvias no ha sido posible, con una asistencia continua a distancia y en el respeto de todas las normas internacionales. Terminada la fase de instalación, el deber de Idromeccanica Lucchini continúa, con un asesoramiento constante suministrado al cliente tanto desde el punto de vista técnico como agronómico.
A pesar de las dificultades climáticas, ambientales y a pesar de la emergencia covid, esta de Finlandia puede considerarse una apuesta ganada por Idromeccanica Lucchini.