Proyecto Kirguistán
Durante la primavera de 2020, Idromeccanica Lucchini se comprometió en un nuevo proyecto internacional para aumentar el rendimiento del cultivo de tomate en una zona de Kirguistán en nombre de Tomag KG. La fábrica kirguisa es capaz de procesar y transformar 750 toneladas de producto fresco al día para la producción de concentrado de tomate.
La zona de cultivo de tomate cubre 780 hectáreas de campo abierto. El principal objetivo del proyecto era aumentar el rendimiento de las semillas. En efecto, el clima de la región no permite cosechas que se consideren satisfactorias para la explotación.
La estrategia para las plantas de tomate
Idromeccanica Lucchini intervino con sus agrónomos, con los técnicos y los proyectistas y, analizada la situación, ideó un sistema que prevé la germinación y el crecimiento de las plántulas en invernadero. Sólo en algún momento de su crecimiento, las plantitas se transplantan a campo abierto. Las plantas, tan fuertes y mejor alimentadas, son por lo tanto capaces de resistir más a los agentes atmosféricos y de producir una mayor cantidad de fruto de mejor calidad que las plantas nacidas y crecidas directamente en el campo.
La estructura de los invernaderos
La intervención de Idromeccanica Lucchini ha previsto la realización de 8 invernaderos de 10 x 130 metros separados entre sí y protegidos por el probado revestimiento a doble cubierta que ya ha demostrado en varios otros ambientes su funcionalidad. Los films de luz difusa doble cortina + 200 crean de hecho un aislamiento de almohada de aire que retiene el calor en invierno y no aumenta demasiado la temperatura en verano, evitando así los daños causados por el clima de Kirguistán, en el que, precisamente, existe una importante diferencia de temperatura entre el verano y el invierno. Para proteger a los invernaderos de los insectos se han instalado también redes monotex, tanto en el colmo como a los lados de los invernaderos. El producto Lucchini seleccionado para esta intervención fue el invernadero Atlantic Evoluzione, que se está confirmando como el producto estrella de la gama.
Innovación y Tecnología
Cada invernadero es un pequeño concentrado de tecnología, ya que es totalmente manejable de forma remota. A través de un ordenador es posible programar las aberturas del invernadero para permitir su aireación, así como son controlables la calefacción, el riego y la distribución de solución nutritiva. El proceso de fertirrigación se realiza mediante el uso de barras de riego para cada invernadero individual y la cantidad de agua y nutrientes se calcula escrupulosamente para garantizar la máxima salud de la planta. Los sistemas de calefacción y fertirrigación son de alta tecnología italiana. Las plántulas, sembradas en cajas especiales, se colocan en la cámara de germinación. Cuando la planta germina es llevada al invernadero donde permanece algunos meses y finalmente trasplantada al campo cuando sus condiciones de crecimiento le permiten el máximo rendimiento en la máxima seguridad. Se ha diseñado y realizado también una línea de lavado y desinfección de los cajones que, desde el campo, vuelven a entrar en invernadero perfectamente limpios y desinfectadas. Las plantas de tomate cultivadas en invernadero, no sólo rinden más, sino que tienden a producir más tiempo, prolongando también el período de cosecha. Cada invernadero está también equipado con carriles en los que se mueven los carros que recogen las cajas de los plantones ya crecidos.
Un proyecto de cuidado completo
Toda la instalación ha sido diseñada y construida por Idromeccanica Lucchini que se ha ocupado también de la parte logística de transporte y montaje de los materiales. La construcción de los invernaderos se llevó a cabo en un tiempo récord entre agosto y diciembre de 2020, permitiendo así, a partir de 2021, obtener la primera cosecha con los plantones producidos en los invernaderos de Idromeccanica Lucchini.
Asesoramiento y post-venta
El servicio de consultoría de Idromeccanica Lucchini va mucho más allá del estudio y el diseño del mejor sistema de cultivo de invernadero para el cultivo de tomate. Los agrónomos y los técnicos Lucchini, de hecho, han seguido cada fase del trabajo desde la start-up hasta la formación del personal de invernadero. Además de esto existe un servicio de consultoría post-venta a través del cual el cliente puede permanecer en contacto con los especialistas Lucchini, que pueden responder a cualquier necesidad técnica y agronómica. Dado el éxito de las primeras cosechas, el proyecto en Kirguistán pronto se ampliará a petición del cliente.
